La Isla de Chumbe
La Isla de Chumbe está situada justo enfrente de Stonetown, la capital de Zanzíbar, y constituye un raro ejemplo de un ecosistema de isla de coral, aún virgen en una zona normalmente muy sobreexplotada y donde la pesca es muy común.
La Isla de Chumbe
La Isla de Chumbe está situada justo enfrente de Stonetown, la capital de Zanzíbar, y constituye un raro ejemplo de un ecosistema de isla de coral, aún virgen en una zona normalmente muy sobreexplotada y donde la pesca es muy común. Chumbe Island Coral Park es una reserva natural desarrollada y gestionada por la compañía sin fines de lucro Chumbe Island Coral Park S.A. (Chicop). La reserva incluye un santuario coralino – el primer parque marino de arrecifes en Tanzania – y una reserva forestal. El parque marino fue reconocido oficialmente por el gobierno de Zanzíbar en 1994 y ha resultado ser un hábitat protegido para los peces, corales y otras especies que se han expandido para “recolonizar” las áreas aledañas. Esto hace que la protección de Chumbe sea de vital importancia tanto para la preservación de la biodiversidad como la de las comunidades locales. El lugar también atrajo a otras especies de aves marinas, langostas y el cangrejo de los cocoteros (Birgus latro), una especie de cangrejo ermitaño cuya habilidad característica es abrir cocos con sus fuertes pinzas para alimentarse con el contenido.
Hoy en día, la pequeña Isla de Chumbe es reconocida mundialmente por ser un gran ejemplo de verdadero ecoturismo: los huéspedes vienen a Chumbe a pasar grandes momentos cerca de la naturaleza, a practicar el buceo y andar por sus parajes. En ella, se toman medidas especiales para que todos los productos sean orgánicos, incluso los jabones se producen en una cooperativa de mujeres locales de Zanzíbar. Todos los productos no orgánicos, como bolsas y botellas de plástico, se evitan y, durante la noche, no hay iluminación artificial en senderos naturales y zonas de playa con el objetivo de no molestar a los animales nocturnos. No obstante, los clientes están equipados con linternas de recarga solar.
Aunque es posible que tenga que sacrificar algunas de las comodidades que se utilizan para el disfrute, al mismo tiempo usted contará con una oportunidad única de explorar las bellezas de esta isla perdida, ya sea por cuenta propia o bajo la supervisión de los guardabosques del parque. Los guardabosques son, en su mayoría, antiguos pescadores de las aldeas adyacentes que fueron entrenados desde edades tempranas, aumentando, de este modo, la conciencia entre los habitantes de la comunidad local acerca de la ecología marina y la gestión sostenible de los recursos naturales. También se puede bucear en las aguas poco profundas del santuario de arrecifes, o podemos organizar una excursión de buceo a los arrecifes cercanos. Podríamos nadar hasta la cima del arrecife para disfrutar como un mundo de vistas impresionantes se abre ante usted: cientos de barracudas, delfines, peces murciélagos, tortugas carey que le permiten acompañarlas, rayas manchadas de azul, peces loro de colores y otras especies del mundo marino – casi 400 especies en total – que no parecen molestarse por la presencia humana, ya que en estas áreas no ha habido actividad de pesca desde hace muchos años.
Otra opción interesante es caminar alrededor de la isla, especialmente cuando la marea está baja y el fondo del mar se revele a sus pies. Lo que parece una selva desde la distancia, es en realidad una comunidad de plantas muy especializadas que sobrevive sin agua subterránea, ya que captan la humedad del aire y almacenan el agua durante las estaciones lluviosas. Casi el 90% de la Isla de Chumbe está cubierto por un bosque virgen que crece sobre restos de coral y que posee una densidad espectacular. Las raíces de sus árboles empujan en todas las direcciones y las especies epifitas se aferran a la vida, envolviéndose alrededor de todas las superficies disponibles. Los investigadores han tardado hasta cuatro horas en atravesar el trayecto de 1 km a través de la reserva forestal central, pero para los huéspedes hay una red de senderos naturales que permite una visión de este hábitat, que – de otra manera – sería prácticamente impenetrable. Al caminar por estos senderos, usted descubrirá que la piedra angular de la isla está compuesta de un sustrato impresionante de coral fosilizado. Las estructuras del esqueleto de los corales y almejas gigantes se pueden ver, – un recuerdo del paso del tiempo. Si tiene suerte, podría ver el duiker de Ader, una especie de mamífero artiodáctilo de la subfamilia Cephalophinae, que se trasladó aquí desde Zanzíbar con el objetivo de evitar su extinción.
No deje la isla sin subir, por lo menos una vez, los 131 escalones que llevan hasta la cima del faro de la isla, construido en 1904 por el sultán de Zanzíbar y los británicos. Principalmente al amanecer, el punto de vista de los mares de color turquesa entre la parte continental de Tanzania y Zanzíbar es simplemente impresionante.
Usted puede visitar la Isla de Chumbe durante todo el año, como un destino en cada viaje personal o combinarlo de 1-2 días con un viaje relativo a sus vacaciones en Zanzíbar.
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